La frase es de aquella película de finales de los ’80, pero me ha venido a la cabeza cuando me he visto inmersa de un despropósito de comunicación con mi adorable suegro. Porque los humanos a veces, por mucho que nos queramos, nos comunicamos regulín. Y ni te cuento si te habías hecho ilusiones de cómo iba a ser tu día: entonces, lo más seguro es que tengas que adaptarte a lo que la vida te traiga en realidad.
Se adjudica a Mo Gawdat (ex Chief Business Officer de Google X) esta genial fórmula:
FELICIDAD = REALIDAD – EXPECTATIVAS
Es tan sencilla que queda todo dicho. Sólo tienes que recordar las mates de 1º, para no perder de vista que, si tus expectativas son más altas que lo que al final te suceda, tendrás que arreglártelas con la frustración, la decepción, o la culpa…