La semana pasada se celebró la I Feria del Libro en Paracuellos de Jarama. Yo estaba invitada como autora, compartiendo stand y aventuras con la fantástica Keka Dilano. Los organizadores nos pidieron sorprender al público con las actividades propuestas, para que no todo fueran charlas sobre libros y, después de mucho meditarlo, me atreví con una Constelación Social. El entorno y la logística no eran los habituales para este tipo de workshops, así que acepté el reto: cambiar la usual sala silenciosa y la actitud de recogimiento por una puesta en escena con público abierto y micrófono. Y, como no podía ser de otra manera en una presentación de “Bendito Virus“, el tema sobre el que trabajamos fue la pandemia de COVID19.
Este concepto sistémico siempre me resulta difícil de explicar, por eso siempre digo a quienes me preguntan “¿qué es una constelación?” que mejor vengan a verlo ellos mismos, que les invito. De todas formas, puedes leer algunas entradas antiguas explicándolo (aquí) y especialmente ejemplos reales de otros casos:
- unas constelaciones de negocio
- unas constelaciones familiares (en Madrid)
- otras familiares (en Málaga)
- otras constelaciones sociales (sobre los funcionarios)
Como suelo hacer, he querido dejar este post con un formato de guion literal, con las notas que pude recopilar tras el taller. De antemano pido disculpas si algún detalle de la transcripción no es exacto, se viven cosas muy intensas y no siempre soy capaz de recordar todos los matices. Lo que es seguro es que aprendí y me sorprendí, ese es el mayor regalo.
Os dejo con la transcripción y con un vídeo resumen.
REPRESENTANTES
Todos los representantes se sacan a escena en la modalidad “en oculto”, para no condicionar su representación.
- CONCEPTOS INICIALES:
- Coronavirus
- Salud
- Economía española
- Sociedad española
- ACTORES IMPLICADOS EN ESTE ASUNTO:
- Ciudadanos
- Políticos
- Científicos
- CONCEPTOS ADICIONALES:
- Soluciones
- Consciencia
- Recursos
MOVIMIENTOS Y CONCLUSIONES
A la salud nadie le hace caso. Parece que quieren estar con ella y a ratos vuelven, pero luego se les olvida y se alejan otra vez. El virus la desprecia, se cree mejor que ella.
El virus busca distancia, es arrogante, pone posturitas de halterofilia y se mofa de todos. Se lleva bien con la sociedad, no puede vivir sin ella.
La sociedad española mira a la economía española, le interesa bastante. La economía dice que está preocupada porque nadie se centra en ella. El virus le da mucho rechazo, dice que le mira mal.
Los recursos se van corriendo con la economía, les encanta e incluso dicen “qué ojos más bonitos, yo es que… ¡la abrazaría!”. La economía dice que la sociedad le interesa mucho.
Los políticos se ponen en el centro del escenario y totalmente delante, abren los brazos en cruz y dicen literalmente: “Yo estoy de puta madre, aquí estoy yo, a mí es que no me interesa nadie de todos estos de detrás.”
Las soluciones dicen que no tienen nada que ver con ninguno de los actores presentes en ese momento, ni siquiera con los políticos, a quienes a veces ven su enemigo.
La sociedad empieza a hablar de recortes cuando mira a los políticos. La economía quiere alejarse de ellos. Los políticos insisten en que “todos esos se la bufan”. Es el único representante que se siente bien de espaldas al resto.
Sólo después de muchos movimientos, los recursos serán capaces de ver que hay otros recursos que no sean económicos.
Cuando la consciencia sale, todos se incomodan. La sociedad española le mira, pero dice que no le interesa. Trato de acercarles diciéndole que le pida tiempo.
La solución se acerca a él y dice que eso es suyo. Los políticos se alejan a la otra punta del escenario.
La salud se queja de que todos están entretenidos, pero que ella no es prioritaria.
Animo a los espectadores a que saquen sus propias conclusiones y recuerden no depender de nadie para salir adelante.
La solución dice: “A mí los políticos me estropean”.
Entonces la sociedad le dice a la consciencia: “Ahora te veo”.